El paso del tiempo, el desgaste o el cambio de modas y estilo… sea como sea, hay muebles de casa que dejan de sernos útiles. Ahora bien, ¿Qué hacer con ellos una vez que su vida ha acabado?
Tirarlos debe ser la última opción, incluso si están muy estropeados, nunca se sabe si serán una gran joya en el futuro. Mucho mejor recurrir a una empresa de vaciado de pisos que puedan almacenarlos.
Hoy queremos proponerte varias opciones para que puedas darle una segunda oportunidad al mobiliario de tu hogar, a muebles de casa de tus padres o abuelos que hayas heredado, e incluso a esas reliquias que a veces aparecen en la calle.
Pintar los muebles
Una de las mejores opciones es pintar los muebles y restaurarlos, para ello existen pinturas y esmaltes que no requieren de lijado. Son aptos para muebles de zonas húmedas como cocinas o baños, pero también en aquellos que sufren más de arañazos o golpes, como las mesas, sillas o cajoneras.
Para complementar el pintado, puedes cambiar pomos o incluir papel pintado. Así el mueble será más especial y único, te aconsejamos pintarlo de un color llamativo y vivo que lo acentúe, además de darle la presencia que se merece.
Darle otro uso
Puede ser que ya no te sea útil por su función, no por su estado. En esos casos puedes buscarle otra vida, hasta lo más inesperado puede reinventarse y tener gran utilidad, un gran ejemplo son las escaleras de madera, que pueden convertirse en toallero para el baño, colgador o perchero para la ropa.
De igual modo, se pueden pintar de colores llamativos para convertirlas en un objeto único y especial.
Los taburetes es otro de esos muebles muy recurridos en la decoración, sirven como mesita de noche, mesa auxiliar para el salón, estantería para el baño…
Los muebles vintage o retro, cuyo uso ya no tienen cabida en la vida actual, también pueden adaptarse a nuestro día a día, en forma de mesas o cómodas, como en el caso de estos archivadores de oficina o de las mesitas de bar auxiliares.
Sin duda, aportan carácter y personalidad a cualquier estancia, sin importar de qué estilo decorativo sea esta.
Guardarlos en un guardamuebles
Sin embargo, si no encuentras un lugar para ellos, ni dándoles una nueva vida, ni restaurándolos, siempre podrás guardarlos en un guardamuebles y esperar a que alguno de tus amigos o familiares quiera darle una segunda oportunidad.
En estos espacios, además, los muebles no se estropearán por problemas de humedad ni por insectos, como podría ocurrirte en el sótano, el trastero o el desván de casa.
Tampoco por la seguridad, ya que suelen contar con sistemas de vigilancia 24 horas.
Además, estas empresas guardamuebles realizan el traslado y almacenamiento, asegurándose de protegerlos para evitar golpes y rasguños.
Regalar, donar o vender
Finalmente, si consideras que el mueble debe abandonar tu familia por la razón que sea (malos recuerdos, una herencia no deseada…), siempre podrás regalarlos o donarlos, incluso venderlos en mercadillos de segunda mano. Allí encontrarán otra oportunidad.
Las opciones son infinitas, sobre todo si el mueble de casa que ya no quieres es de buena calidad. Antes de tirar algo intenta buscarle otra vida o simplemente guárdalo, quizás en un futuro tus hijos e hijas deseen tener ese recuerdo de ti.