A día de hoy, la normativa en cuanto a edificación ya prevé que envejeceremos en casa y que ésta debe estar preparada para ello, pero, ¿qué hacer cuando nuestra casa es antigua o no es una vivienda accesible?
Dormitorios y baño completo en planta baja, hueco para colocar un futuro ascensor, pasillos y puertas de mayores dimensiones… son tan solo algunas de las premisas que ya se contemplan en el código técnico de la edificación (CTE) y que hacen que nuestros hogares sean una vivienda accesible.
Y no solo para el supuesto de querer seguir viviendo en nuestro hogar al envejecer, también frente a posibles discapacidades sensoriales o la necesidad de necesitar silla de ruedas, andador o muletas.
Cómo adaptar nuestras viviendas para la tercera edad
Numerosos estudios muestran que el 90% de las personas mayores desean envejecer en sus propias casas, de hecho, se ha demostrado que permanecer en su propia casa, en su entorno, mejora notablemente la calidad de vida de los mayores.
Trasladarse a una vivienda accesible, casa tutelada o centro de ancianos, empeora la salud y acorta la vida. Sin embargo, un porcentaje muy bajo de viviendas en España están adaptadas para personas con dificultades de movilidad.
Casi el 90% de los mayores prefiere envejecer en su propia casa y ser personas independientes.
Stannah.es
Ahora bien, ¿de qué medios disponemos para reconvertirnos en vivienda accesible y envejecer en casa?
Una vivienda accesible es aquella que está diseñada y adaptada para facilitar el acceso y movilidad de personas con discapacidad física o sensorial (personas mayores o con necesidades especiales).
Las características que deben cumplir:
- Acceso a la vivienda sin barreras arquitectónicas: eliminar escaleras/escalones y sustitución por rampas o salvaescaleras.
- Facilitar el paso: colocar pasamanos a diferentes alturas, puertas adaptadas a sillas de ruedas y andadores de al menos 80 cm de ancho.
- Baños adaptados: colocación de barras de sujeción, duchas sin escalones, instalación de cabina de ducha…
- Cocina adaptada: para personas que vivan solas y hagan uso de la cocina, los muebles deben ser bajos y electrodomésticos a nivel del suelo.
- Espacios amplios y libres de obstáculos: pasillos y puertas anchas, espacio suficiente para el radio de giro de sillas de ruedas (1,50 m), distancias adecuadas entre mobiliario y pared…
- Interruptores y enchufes accesibles
- Iluminación adecuada
Las viviendas unifamiliares de dos plantas también pueden ser viviendas adaptadas, hay tres opciones a tener en cuenta, y no hay por qué esperar a la vejez para llevarlas a cabo.
- Sillas salvaescaleras: perfectas para escaleras rectas o curvas que disponen de poco espacio, tanto de largo como corto recorrido. Se pueden colocar en interior o el exterior de la vivienda. Es el modelo más instalado en viviendas unifamiliares por su facilidad de uso, costo y seguridad.
- Plataforma salvaescaleras: las plataformas elevadoras están destinadas a sillas de ruedas y son muy recurridas en las comunidades de vecinos que tienen escaleras en el portal.
- Ascensores unifamiliares: en las viviendas unifamiliares es posible instalar ascensores hidráulicos sin necesidad de foso. Pueden transportar hasta a dos personas, son muy versátiles y cómodos, pero debes disponer de espacio para su instalación.
Como ves, reconvertir una vivienda en accesible y adaptada a la vejez no es complicado, ni siquiera requiere de grandes obras. Existen multitud de empresas que estudian cada caso para proyectar la solución ideal para tu hogar.
¿Lo harías para ti? ¿Para tus padres o abuelos?